¿El Integro™ o Descalcificación de Agua?
Cuando se trata de resolver problemas de agua dura, no existe una solución perfecta, por lo que es fundamental comprender qué desafíos trata de resolver y cuáles son sus prioridades.
El Integro™:
A diferencia de un descalcificador, el Integro™ no elimina los minerales del agua. Los reestructura de manera que evita que se adhieran para formar acumulaciones de cal. En el caso de un sistema ya repleto de cal, el Integro™ eliminará la acumulación histórica durante los primeros meses de uso, dejando su sistema de agua y equipo limpios, despejados y funcionando de manera más eficiente.
En entornos abiertos donde se deja evaporar el agua (mamparas de ducha, lavavajillas, etc.), los depósitos minerales se pueden eliminar fácilmente sin el uso de productos químicos, lo que hace que la limpieza sea mucho más rápida. El Integro™ evitará y eliminará toda la cal dura, y además reducirá significativamente el óxido y la corrosión, independientemente de la dureza del agua.
Descalcificación de Agua:
Una solución comúnmente utilizada son los descalcificadores de agua (unidades de intercambio de iones). En este caso, debe asegurarse de que estén llenos sal (que puede resultar caro, tanto económicamente como para el medio ambiente), que estén encendidos y que funcionen con efectividad y que reciban el mantenimiento adecuado a medida que envejecen. Si no hace esto, aparecerá cal por todo su sistema y equipo. La acumulación resultante no se eliminará cuando su descalcificador vuelva a estar operativo, lo que puede provocar fallas en el equipo y mayores gastos de energía.
Resumen
El Integro™ se puede utilizar como alternativa a los descalcificadores de agua o junto con ellos. La diferencia clave es que, además de evitar la acumulación de cal en el futuro, el Integro™ eliminará la cal antigua de sus sistemas y equipos de agua (algo que los descalcificadores no hacen), y es ahí donde se obtienen los mayores ahorros y beneficios.